Pollo con cigalas. Receta fácil y rápida

1.- Salpimienta todas las piezas de pollo. Rebózalas en harina. Pon una buena cantidad de aceite de oliva en una cazuela al fuego y, cuando el aceite esté bien caliente, coloca el pollo. Debes freírlo a fuego vivo y si ves que te salpica, tapa la cazuela. Retira el pollo a un plato cuando esté bien dorado por todas las partes, por dentro estará crudo porque se terminará de cocinar después.

2.- Fríe las cigalas en el mismo aceite a fuego no demasiado alto para que no quemen. Añade un poco de sal, una vuelta para que se doren por las dos caras, y retíralas a un plato.

3.- Sofríe la cebolla picada bien finita y déjala pochar a fuego medio.

4.- Prepara la picada o majada. Mientras se sofríe la cebolla, aprovecha para hacer la picada. Trocea el ajo y añade una pizca de sal y machácalo en el mortero. Añade las almendras y las avellanas y machaca, luego las galletas, machaca de nuevo, y por último el perejil. Pícalo hasta que esté todo bien machacado. También puedes hacerlo con una picadora.

5.- Cuando la cebolla esté pochada, añade el tomate a la cazuela. El tomate debe cocinarse a fuego lento para que vaya perdiendo toda el agua y llegue a caramelizarse.

6.- Cuando el sofrito esté prácticamente seco y oigas chispear el aceite, añade el pollo, la copita de coñac, y cúbrelo de caldo de pollo o pescado. Deja que se cocine el pollo de 45 minutos a 1 hora a fuego lento con la sartén tapada. De vez en cuando, dale una vuelta al pollo y ve regándolo con la salsa. Si ves que se seca, puedes añadir un poco más de caldo.

7.- Añade un poco de caldo a la picada y añádela a la cazuela. Coloca también las cigalas. Sube un poco el fuego y deja cocinar 10 minutos más a fuego moderado. Prueba la salsa pasados los 10 minutos y rectifica de sal si es necesario. Déjalo 5 minutos más en la sartén y ya lo tienes listo. Ten en cuenta que la salsa espesará cuando se enfríe un poco.

Mis consejos para elaborar este Pollo con cigalas:

– Sirve la ración con un cuarto de pollo y dos cigalas y tendrás un plato principal perfecto.

– Riega bien el pollo con la salsa y acuérdate de limpiar un poco el plato con una servilleta para que quede perfectamente presentado. Verás qué plato de mar y montaña te queda. Un auténtico lujazo.