1.- Ralla el calabacín, ayudándote de un rallador, previamente lavado. Ralla también la zanahoria y la cebolla. Deja las verduras ralladas en un recipiente con un buen puñado de sal para que suelten el agua.
2.- Prepara la masa de los buñuelos. Pon el agua en un cazo y añade la mantequilla y una pizca de sal. Calienta hasta que empiece a hervir y se derrita la mantequilla. Añade la harina de golpe junto con la levadura o los polvos de hornear cuando el agua hierva y se haya derretido la mantequilla. Mezcla rápido hasta que no se vea nada de agua y retira del fuego. Sigue mezclando fuera del fuego. La masa tiene que quedar totalmente ligada.
3.- Añade los huevos uno a uno a la masa ya templada. Ve mezclando cada vez que incorpores un huevo y, aunque parece que no va a ligar, acaba integrándose sin problema. No añadas otro huevo hasta que no se haya integrado por completo. La masa quedará cada vez más suave y cremosa.
4.- Escurre las verduras ralladas con las manos presionando bien hasta que suelten toda el agua.
5.- Mezcla las verduras con la masa se los buñuelos hasta obtener una masa uniforme.
6.- Cocina los buñuelos. Puedes freírlos u hornearlos.
7.- Hornea los buñuelos. Precalienta el horno a 220 grados con calor arriba y abajo y sin aire. Ayúdate de dos cucharas de tamaño de postre para coger masa y ve poniendo porciones sobre la bandeja de horno intentando que queden lo más redondos posible. Aplasta los piquitos que se formen porque se pueden quemar. Hornea durante 18 minutos.
8.- Fríe los buñuelos. Pon abundante aceite en una sartén y ve dejando cucharadas de masa cuando el aceite esté muy caliente. No llenes demasiado la sartén porque los buñuelos tienen que crecer. He puesto el fuego en el número 7 de los 9 niveles que tiene mi placa. Si ves que se doran muy pronto, baja la temperatura. Espera a que se abran para retirarlos a un plato con papel absorbente.
Consejos para preparar estos Buñuelos de calabacín:
Calabacín en otros países: zapallo, calabacín, zapallitos, zucchini, zapallo italiano, auyama, ahuyama, pipianes, ayotes.
Puedes prepararlos al horno, mucho más sanos, o freírlos en abundante aceite y estarán más ricos. Te enseño a prepararlos de las dos formas y no tienes por qué elegir.
Puedes servirlos como entrante o como acompañamiento de un plato.
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