1.- Hidrata la gelatina. Pon en un recipiente los dos sobres de gelatina neutra y añade medio vaso de agua. Remueve bien y reserva.
2.- Prepara la mezcla de café y queso. Pon en un cazo un tercio aproximadamente de la nata. Añade el café soluble y remueve bien. Añade el queso crema. Lleva el cazo al fuego y calienta hasta que se funda el queso sin dejar que hierva. Incorpora la gelatina y calienta hasta disolver la gelatina. Retira el cazo del fuego y reserva.
3.- Prepara el molde. He utilizado un molde de 21 centímetros de largo, por 11 de ancho y 6 de altura con capacidad de un litro. Pon un poco de spray desmoldante y reparte bien por las paredes y la base ayudándote de un pincel. Adapta papel de horno en la base del molde.
4.- Monta la nata junto con el azúcar. Pon en un bol la nata y el azúcar. Monta la nata con una batidora eléctrica, manual o de varillas. Para que la nata monte bien tiene que tener un 35 por ciento de materia grasa y estar muy fría. Deja de batir cuando veas que la nata dibuja trazo.
5.- Incorpora la nata a la mezcla de café y queso. Incorpora poco a poco la nata a la mezcla de café y queso hasta tener todo incorporado. Asegúrate de llegar a todos los rincones para que se mezcle todo y tenga un color uniforme. Si ves que te cuesta mezclar, puedes igualarlo con las varillas.
6.- Vierte el pastel en el molde.
7.- Guarda el pastel en la nevera hasta que cuaje por completo. Lo he tenido 5 horas, aunque lo mejor es tenerlo toda la noche.
8.- Prepara las rocas de chocolate. Funde el chocolate en el microondas a intervalos de 20 segundos hasta derretir completamente el chocolate. En total lo he tenido durante un minuto y medio. Vierte el chocolate en el bol del arroz inflado. Mezcla bien con una cuchara.
9.- Deja sobre papel de horno cucharadas de la mezcla de chocolate y arroz inflado. Llévalas a la nevera para que el chocolate endurezca.
10.- Desmolda el pastel. Pasa un cuchillo primero por todo el borde para que no se quede pegado. Dale la vuelta ayudándote de una bandeja. Retira el papel con mucho cuidado.
11.- Decora el pastel. Espolvorea por encima un poco de café soluble ayudándote de un colador. Coloca por encima las rocas de chocolate y, si quieres, unas hojitas de menta fresca.
Mis consejos para preparar este Pastel de café supercremoso:
Si te sobra un poco de mezcla, puedes ponerla en unos vasitos y hacer postres individuales.
Puedes utilizar café soluble descafeinado.
Los sobres de gelatina puedes sustituirlos con 12 hojas de gelatina neutra.
Para montar la nata, es muy importante que ésta tenga un 35 por ciento de materia grasa y que esté fría.
Mi recomendación:
Si te gustan los postres sencillos y resultones aptos para cualquier ocasión, no te pierdas este recopilatorio con Tartas tradicionales muy fáciles de esas que nunca fallan y gustan a todo el mundo.
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